jueves, 16 de febrero de 2012

ENTREVISTA PARA EL PERIODICO EL TIEMPO

ENTREVISTA PARA EL PERIODICO EL TIEMPO DE  COLOMBIA, PREGUNTAS POR RENATA RINCÓN BARRERO-REDACTORA-

ENTREVISTANDO A FERNANDO BAENA VEJARANO, AUTOR DE “ESTA ISLA DE ECOS AZULES”

- ¿De dónde salió tu interés por estos temas?

Desde adolescente me fascina el misterio del mar, y nada me duele más que ver cómo los intereses comerciales y la mentalidad mercantilista rigen el destino de este planeta sin que la conciencia ecológica gane un terreno significativo. Creo que lo que nos falta es desarrollar nuestra sensibilidad hacia la vida. La racionalidad científica e inclusive la argumentación ecologista actual se basa solamente en una lógica de productividad, en una evaluación costo/beneficio, en una terca actitud de pensar en la naturaleza como un recurso a disposición del ser humano en vez de percibir  a la madre tierra como una entidad con derechos. Hay que proclamar ya no solo los derechos humanos, sino los derechos de todos los seres vivos y de la tierra como su gran matriz sagrada.


- Hablas de una novela ecológica, sin embargo tocas muchos temas relacionados con la nueva era y, de hecho, seg[un vi, la trama es básicamente el resumen de las creencias de muchas corrientes relacionadas con el 2012. ¿qué ofrece tu libro a los lectores desprevenidos? ¿qué ofrece a las personas interesadas en estos temas?

Esta novela es única. Ni quiero ser Paulo Coehlo o Carlos Castañeda ni deseo convertir la novela en un panfleto ecologista. Mi intención es hacer un aporte estético, poético, y en ese sentido estrictamente literario. Conozco y agradezco los aportes temáticos de Herman Hesse  y de otros autores que en mi opinión són mejores por sus propuestas psicológicas y de crecimiento personal que por la calidad literaria de sus libros y no deseo que eso me pase. Pero tampoco estoy con la corriente de los que creen que solo se puede  ser escritor serio de novela si evitas tocar temáticas espirituales. Me siento muy lejos de los escritores nihilistas, pesimistas, existencialistas y que solo se inclinan por destacar los aspectos oscuros del ser humano por medio de  personajes grises, cínicos y deprimentes. Me opongo a la “novela negra”. Quiero inventarme la novela blanca y hacerla valer  , mostrarle a la comunidad lectora y escritora  que  no hay que seguir a Bukowzki para ser inteligente, y que se puede escribir desde Colombia de manera crítica y con visión de planeta sobre algo diferente a temáticas parroquiales de narcoviolencia, desplazamiento forzado y siliconas.

Tampoco llamaría “ambientalista” a mi obra. Lo espiritual forma parte de cualquier aproximación respecto al destino del ser humano en la tierra porque si el pensamiento ecológico deja a un lado la comprensión de lo sagrado en la apreciación poética de la vida, entonces no está pensándose ecológicamente, sino tecnocráticamente y desde una lógica masculina, patriarcal; dejando a un lado los aportes de las culturas nativas pre occidentales y ciertos aportes de las culturas orientales en lo que tienen de matriarcales.

Me inquieta lo que pueda pasar en el siglo XXI. Creo que esa expectativa explica que haya tanto interés por la profecía maya en el ambiente de esta aldea Global a punto de llegar el famoso año de la transición. Se ha comercializado y especulado demasiado, pero no deja de ser interesante que culturalmente hablando haya una percepción apocalíptica. La conciencia colectiva mundial presiente  que de alguna manera no se están haciendo bien las cosas, que un mundo basado en la lógica del sistema bancario internacional, en la mentalidad comercial;no puede resistir mucho tiempo sin colapsar.

De mis lectores espero que además de apasionarse por seguir averiguando mas y más sobre lo que le ocurre a los personajes de la novela, además de divertirse como en una película –porque creo que  es una obra muy cinematográfica - ,además de sensibiizarse por el milagro de la vida, puedan hacerse las preguntas que me trasnochaban mientras la escribía: ¿el ser humano merece seguir al mando en este planeta sin transformar su nivel de conciencia actual, será posible una cultura mundial basada en valores femeninos, en una sensibilidad matriarcal? Y a propósito, esta no es una novela feminista. El feminismo es a veces solo el reverso de la lógica patriarcal, guerrera, conquistadora, retaliativa, evangelizadora, falocéntrica que la novela critica. Pero sí es una novela sobre el arquetipo de la diosa interior que tanto hombres como mujeres necesitamos despertar.


- Es la idea del libro llegarle a cuál público. ¿por qué escribir este libro?


Quisiera llegarle a todo lector que tenga más de doce años de edad, en especial me fascinaría saber que no solo las mujeres sino también los hombres lo leyeron , porque es  a quien mas les hace falta.

Uno escribe porque siente la compulsión de decir algo, es una responsabilidad que siento hacia la vida, es lo mínimo que puedo hacer como habitante de este planeta cuando veo cómo matan a palazos a los delfines en  Japón o acaban con nuestras faunas y floras en los páramos de Colombia las empresas mineras.

- Cuéntame un poco de tu experiencia en la escritura

Comencé a hacerlo desde que murió mi padre, a la edad de 12 años. Estudié en el “Gimnasio Moderno” que es un magnífico ambiente para amar el oficio. Gané concursos como guionista de obras de teatro, publiqué cuentos en “El Tiempo”, hice parte del taller de escritores de la universidad Central que dirige Isaías Peña que fue mi mentor, y formé parte en sus inicios de la Fundación Alejo Carpentier, anombre de la cual he realizado algo de crítica literaria. Escribí una novela Urbana mientras estudiaba filosofía. Por años me dediqué al ensayo sobre temas de crecimiento personal y espiritual como profesor de meditación y psicoterapeuta que soy. Y ahora volví a la novela.

- Qué hace esta novela ecológica, ¿haces algún llamado puntual a la acción de la gente?

La mejor acción por este planeta es la transformación personal. Pero esta no es tan fácil, ni se compra en los Spas. Hay que ser crítico. Yo ya pasé mis etapas de orientalista y de “New Age” a las que les debo mucho, pero ahora veo con mas penetración que solo una revolución silenciosa puede servir. De lo contrario solo cambiaremos un mesianismo por otro .Es lo que hemos hecho y es hora de confesar que no sirve : proponer cambios ideológicos, políticos y económicos, filosóficos y sicológicos. Pero sin un viaje interior al propio corazón. Y hacer ese viaje es un asunto personal, nadie lo puede hacer por ti. Tal vez una crisis mundial nos ayudaría, nos mostraría que eso es indispensable. Ojalá sea cierto que eso pueda ocurrirle pronto a miles de individuos, como en una  epidemia colectiva de amor. Pero dudo que le ocurra a millones, no lo sé. Y siempre existe el peligro de que una nueva religión mundial creyera que tiene la respuesta y entráramos en una nueva edad media pero con medios masivos de comunicación, eso sería igual de terrible. En cierta manera estamos en un momento parecido al de los orígenes del cristianismo :los grandes imperios se derrumban, la gente busca respuestas desesperadamente; y el fanatismo ideológico pulula como contrapeso.


- Ve la importancia del tema femenino. ¿Cuál papel crees que debería desempeñar la mujer en esta cruzada ecológica?

La mujer está mas cerca de lograr el contacto con su propio arquetipo maternal, sensible, sagrado. Se le facilita más. Tiene útero. A los hombres la testosterona no nos deja tranquilos. Es sintomático el auge del movimiento gay :indica que hay una movilidad psicológica porque hay una búsqueda de lo femenino, un cierto tedio con la brutalidad patriarcal. En mi caso busco mi propia alma, que según la psicología junguiana es femenina, porque soy hombre; al mismo tiempo que mantengo y me regocijo con mi preferencia sexual por las mujeres. Los hombres le tenemos un pánico profundo al poder de lo femenino, que explica nuestra violencia y nuestra represión hacia ellas, hacia su psiquismo espiritual, hacia su brujil capacidad para relacionarse con la naturaleza. Ese miedo visceral se dirige contra la conciencia de lo sexual, de lo corporal, de lo espiritual; y se manifiesta en una cultura mundial regida por el cerebro masculino de mujeres y hombres que se entretienen en la vanidad del bienestar y el status de una aldea global en la que el poder lo tiene el dinero y no la reverencia por lo sagrado.


- Como hombre, qué fortalezas les ves a las mujeres y qué debilidades. Lo mismo con los hombres. Esto relacionado en su papel de construcción o destrucción de la tierra.

La mujer también tiene su sombra, que es igual de peligrosa que la del hombre. Estoy investigando en esto. Creo que mi próxima novela tendrá relación con la vanidad obsesiva por la propia imagen, el miedo a perder al ser amado , la envidia y los celos con su propio género; y la sensación de indefensas que es la sombra de las mujeres. Y con Las rabias y la ira no expresadas por canales creativos de parte de los hombres. La obsesión de los hombres por conquistar, dominar, fanatizar, evangelizar, imponerse; es su peor sombra. Es la sombra del falo. No hay nada mas bello que una mujer que encontró a su hombre interior, ni a un hombre que logró el matrimonio con su mujer interna. Están en paz y se merecen la visa para vivir en este planeta.



- ¿Qué buscas con tu libro? me refiero a que es notablemente un llamado a la relexión, pero después de la reflexión, ¿haces alguna propuesta?

Hacer una reflexión es hacer una propuesta. La acción es interior en la medida en que implica cambios espirituales, pero también estoy de acuerdo con manifestaciones públicas, cívicas, pacíficas y en lo posible no masivas sino domésticas que manifiesten la necesidad de hacer la transición a una cultura mundial nueva; no contra algo o alguien , sino a favor de nuevos valores. No contra la banca mundial , ni contra el consumismo ;sino a favor de lo que ha sido ignorado por la lógica neoliberal. Esa nueva cultura está por formarse, estamos crudos en ello, pero  vería con sospecha que alguien salga a la calle a decir que ya encontró la respuesta. La propuesta es caminar juntos hacia el horizonte incierto de los valores femeninos reprimidos por el patriarcado.

- En tu vida, además de haber tenido la iniciativa de hacer este libro, qué otras acciones ecológicas llevas a cabo?

Cada vez que trato de no pensar, hablar o actuar de manera parcializada estoy siendo ecológico. Cada vez que lo intento tengo en cuenta la totalidad, no solo mis propios beneficios. No es fácil. Nunca he sido activista, ambientalista. Mi personalidad es mas introspectiva.

- Me puedes recomendar al menos cinco libros que creas que la gente que está interesada en leer el tuyo también pueda estar interesada en leer?

Por aquello de las ballenas y el amor por los mares australes es entretenido revisar a Francisco Coloane, a Melville, a Julio Verne y a Conrad; por supuesto. De Coloane léete “los conquistadores de la Antártida”, pero no esperes pensamiento antipatriarcal ni ecologismo. Luis Sepúlveda, mas contemporáneo, Chileno, tiene buenos relatos ecológicos. Jean-Marie Gustave Le Clézio, premio Nobel, francés, tiene un toque existencialista que combina con una gran admiración por las culturas no occidentales. De él es bueno leer  “Urania”.